Varios son ya los estudios que hablan de la moxibustión del punto B67 ZHIYIN. Situado en la esquina exterior del dedo del pie, es el que se ha propuesto tradicionalmente para la presentación anómala del feto.
Se aplica calor durante 20 minutos a una distancia de 1,5 a 3 cm, alternando del pie derecho al izquierdo cada 2 minutos.
Según se describe en diferentes estudios, la moxibustión es más efectiva que la aplicación conjunta de moxibustión y acupuntura.
Es de muy bajo coste y también ha demostrado su seguridad así como su efectividad con una tasa de corrección del 70%-72,5% frente al 50%-53,2% de los grupos control.
Durante las 36 semanas de gestación el feto cambia de posición varias veces. Hasta entre la semana 28 y semana 32 de gestación y en condiciones normales, el feto tiene un alto grado de movilidad y se mantiene en una situación inestable.
A partir de esta última fecha, el feto se adapta a la forma del útero colocándose en posición cefálica hasta el momento del parto.
Varias son las razones para que el feto varíe de la presentación cefálica a otras presentaciones que complicarán el parto. Se trata del nacimiento antes de término, malformaciones fetales (anencefalia, hidrocefalia, espina bífida, riñones poliquísticos, trisomías 13-18-21 y el síndrome de Potter), el embarazo múltiple (con una incidencia 7 veces mayor que en el simple).
La incidencia de la presentación de nalgas es del 20% a las 28 semanas de gestación, aunque la versión cefálica tiende a ocurrir más frecuentemente en sólo un 3%-4% de las mujeres con un embarazo a término.
En España la incidencia de partos de nalgas fue del 3,8% el año 1995.
Las complicaciones que pueden darse en estos casos, son graves aunque poco frecuentes. Entre ellas altos niveles de muerte fetal, hipoxia, desprendimiento de placenta, parto por cesárea de emergencia, prolapso del cordón, frecuencia cardíaca fetal anormal transitoria, sangrado vaginal, rotura de membranas y transfusión feto-materna .
En estas circunstancias el tratamiento médico estándar recomienda la práctica manual (Versión Cefálica Externa VCE) para corregir la posición. Si esta no funciona, procede a la cesárea, técnica que tiene un menor nivel de morbi-mortalidad que el parto vaginal aunque este procedimiento no previene las lesiones traumáticas de cabeza y cuello del feto y aumenta la movilidad materna así como adherencias intra abdominales que pueden dar infertilidad y riesgos en futuros embarazos causados por la cicatriz uterina.
La incidencia de cesáreas fue del 21,88% el año 2011 en España (el 23,2% en Catalunya el mismo año) cuando la OMS recomienda que no superen en un 15% del total, con el inherente aumento de riesgos y costes (el coste promedio del parto es de 4328 € que, en el caso de la cesárea, se cifra en 5815 €.).
Estamos delante de otra de las técnicas fáciles y con un alto beneficio sanitario.
Se aplica calor durante 20 minutos a una distancia de 1,5 a 3 cm, alternando del pie derecho al izquierdo cada 2 minutos.
Según se describe en diferentes estudios, la moxibustión es más efectiva que la aplicación conjunta de moxibustión y acupuntura.
Es de muy bajo coste y también ha demostrado su seguridad así como su efectividad con una tasa de corrección del 70%-72,5% frente al 50%-53,2% de los grupos control.
Durante las 36 semanas de gestación el feto cambia de posición varias veces. Hasta entre la semana 28 y semana 32 de gestación y en condiciones normales, el feto tiene un alto grado de movilidad y se mantiene en una situación inestable.
A partir de esta última fecha, el feto se adapta a la forma del útero colocándose en posición cefálica hasta el momento del parto.
Varias son las razones para que el feto varíe de la presentación cefálica a otras presentaciones que complicarán el parto. Se trata del nacimiento antes de término, malformaciones fetales (anencefalia, hidrocefalia, espina bífida, riñones poliquísticos, trisomías 13-18-21 y el síndrome de Potter), el embarazo múltiple (con una incidencia 7 veces mayor que en el simple).
La incidencia de la presentación de nalgas es del 20% a las 28 semanas de gestación, aunque la versión cefálica tiende a ocurrir más frecuentemente en sólo un 3%-4% de las mujeres con un embarazo a término.
En España la incidencia de partos de nalgas fue del 3,8% el año 1995.
Las complicaciones que pueden darse en estos casos, son graves aunque poco frecuentes. Entre ellas altos niveles de muerte fetal, hipoxia, desprendimiento de placenta, parto por cesárea de emergencia, prolapso del cordón, frecuencia cardíaca fetal anormal transitoria, sangrado vaginal, rotura de membranas y transfusión feto-materna .
En estas circunstancias el tratamiento médico estándar recomienda la práctica manual (Versión Cefálica Externa VCE) para corregir la posición. Si esta no funciona, procede a la cesárea, técnica que tiene un menor nivel de morbi-mortalidad que el parto vaginal aunque este procedimiento no previene las lesiones traumáticas de cabeza y cuello del feto y aumenta la movilidad materna así como adherencias intra abdominales que pueden dar infertilidad y riesgos en futuros embarazos causados por la cicatriz uterina.
La incidencia de cesáreas fue del 21,88% el año 2011 en España (el 23,2% en Catalunya el mismo año) cuando la OMS recomienda que no superen en un 15% del total, con el inherente aumento de riesgos y costes (el coste promedio del parto es de 4328 € que, en el caso de la cesárea, se cifra en 5815 €.).
Estamos delante de otra de las técnicas fáciles y con un alto beneficio sanitario.