A rasgos generales, los probióticos son beneficiosos para el buen funcionamiento del sistema intestinal. Tal vez sea menos conocida su capacidad para apoyar la salud bucal. Concretamente, un estudio actual analizó el uso de varios microorganismos con fines dentales y luego se demostró que la cantidad de patógenos orales disminuyó con la ingesta de probióticos y, en particular, la reducción de Streptococcus mutans y Cándida albicans.
Además, los investigadores han descubierto que la ingesta de probióticos podría tener un efecto positivo en la acumulación de placa. El estudio fue diseñado para explorar el efecto de los probióticos orales que contienen la cepa K12 de Streptoccus salivarius en el nivel salival de inmunoglobina A secretora (sIgA), la tasa de salivación y el biofilm oral.
La inmunoglobulina A es una proteína de anticuerpo que desempeña un papel importante en el sistema inmunitario. Esta se encuentra en las mucosas, por lo que es la primera línea de defensa contra resfriados, virus y otras enfermedades similares.
Detalles del estudio
De cara a los resultados de la investigación, los participantes que cumplían con los criterios de inclusión se dividieron en dos grupos. Por una parte, la mitad tomó placebo, mientras que la otra mitad fue administrada con probióticos orales (conteniendo Streptococcus Salivarius).
A todos se les pidió que se cepillaran los dientes con una pasta dental sin ningún componente antibacteriano o antiplaca, dos veces al día. Todos debían tener más de 20 dientes permanentes y no tener enfermedades sistémicas o crónicas, con un máximo de cinco caries y sin seguir un tratamiento a base de suplementos o antibióticos durante el mes posterior al estudio.
Los participantes tomaron una dosis al día durante cuatro semanas. Dos semanas antes de evaluar los resultados, los pacientes dejaron la toma, para comprobar de manera eficaz los avances. Por lo tanto, después de cuatro semanas de intervención y dos semanas de lavado, se utilizaron la tasa de salivación no estimulada, la concentración de sIgA, el índice de Turesky, un método utilizado por los dentistas para evaluar la placa y el índice papilar marginal adjunto que analiza la naturaleza y el alcance de la gingivitis.
Reducción significativa de la placa dental
De cara a los resultados, no se encontró un aumento en la IgA ni en las tasas de flujo salival en el grupo de probióticos en comparación con el grupo de placebo. Sin embargo, se observó una disminución significativa en la acumulación de placa en el grupo de probióticos a las cuatro y seis semanas.
Cabe señalar que la cavidad oral alberga el segundo microbioma más grande del cuerpo humano. En general, la comunidad microbiana alberga más de 700 especies y se basa en las interacciones de los microorganismos con el entorno del huésped, así como en la interacción entre ellos. Una cavidad bucal sana se caracteriza por un equilibrio dinámico entre microorganismos no infecciosos (comensales) y oportunistas (cariogénicos). La balanza puede verse inclinada por una dieta alta en carbohidratos, mala higiene bucal, algunos medicamentos y enfermedades sistémicas.
La caries dental es la enfermedad no transmisible más común en todo el mundo causados por un desequilibrio de los microorganismos oportunistas, incluidos varios tipos de estreptococos y lactobacilos, actinomyces, bacteroides y bifidobacterias. En este sentido, la sustitución de estos microorganismos por tipos no infecciosos es una de las posibles vías para hacer frente a la caries dental. Esto se puede hacer mediante el uso de suplementos para la salud bucal que restablezcan el equilibrio de la microflora. Pueden ser bióticos orales o probióticos, por ejemplo.
Cepas probióticas a examen
Según los investigadores, los probióticos más utilizados por los dentistas son cepas que a menudo no logran colonizar los tejidos orales. De este modo, se desarrolla una nueva generación de cepas probióticas que contienen estreptococos.
Los autores del estudio han reconocido que “están planeando una investigación adicional con un tamaño de muestra más grande en base a los datos generados en este estudio actual”. Esto se debe a que, según los investigadores, “una ingesta de probióticos de cuatro semanas con un lavado de dos semanas son períodos relativamente cortos”. Además, los probióticos pueden afectar a diferentes componentes salivales, pero estos se quieren centrar en evaluar la influencia de los probióticos en una sola proteína, sIgA, “con la hipótesis de que este parámetro sería el más sensible a la ingesta de probióticos”, han matizado.
FUENTE: GIROSALUT