La respuesta del cuerpo a los alérgenos es un proceso complejo que involucra vías inmunitarias e inflamatorias. La respuesta alérgica a menudo se manifiesta como rinitis alérgica, dermatitis atópica y alergias alimentarias. Se estima que los afectados por estas afecciones representan más del 20% de la población general.
La microbiota y el sistema inmunológico
La incidencia de patologías asociadas a la respuesta alérgica va en aumento. Algunos investigadores han propuesto un vínculo entre la disbiosis gastrointestinal y las enfermedades alérgicas. Esto se debe al importante papel que juega el microbioma gastrointestinal en el desarrollo del sistema inmunológico.
Por otra parte, se ha demostrado que la microbiota modula ciertos aspectos del sistema inmunitario y sus respuestas inflamatorias. Un metaanálisis que involucró datos de más de 340.000 personas relacionó el uso de antibióticos en niños menores de 2 años con un mayor riesgo de contraer ciertas enfermedades alérgicas más adelante en la vida, incluidas alergias alimentarias, rinitis alérgica, asma y dermatitis atópica.
De cara a investigaciones clínicas y preclínicas recientes, estas sugieren que ciertos probióticos pueden respaldar una respuesta alérgica saludable. Un artículo de revisión exploró el papel de diferentes especies dentro del género Bifidobacterium en la presencia de alergias en estudios centrados en la infancia. En las primeras etapas de la vida, se cree que el predominio de Bifidobacterium facilita el desarrollo de ciertos aspectos del sistema inmunitario relacionados con la respuesta alérgica. Las conclusiones del estudio indican que la especie de Bifidobacterium breve, en particular, puede favorecer una respuesta alérgica saludable.
Además, un estudio en animales exploró los efectos de la administración de Bifidobacterium breve M-16V con ciertas moléculas prebióticas en una población murina. Los autores encontraron un efecto protector contra una respuesta alérgica aguda de la piel y otros signos de alergia. Se realizó un análisis de citoquinas y se informó que un equilibrio Th1/Th2 intestinal era la causa subyacente de esta respuesta protectora.
¿Qué es la rinitis alérgica?
La rinitis alérgica, comúnmente conocida como fiebre del heno, es una afección inflamatoria no infecciosa caracterizada por congestión nasal y otros síntomas relacionados después de la exposición a un alérgeno. Un ensayo controlado aleatorio analizó la eficacia de ciertas cepas de probióticos en presencia de síntomas de rinitis alérgica en la población pediátrica.
Concretamente, el estudio involucró a 250 niños en edad escolar con antecedentes de rinitis alérgica que fueron asignados al azar a un grupo de tratamiento o placebo. El grupo de tratamiento recibió una mezcla de Bifidobacterium animalis subsp. Lactis BB12 y Enterococcus faecium L3 diariamente durante 3 meses.
Cabe señalar que la mezcla de probióticos disminuyó significativamente los signos y síntomas de la rinitis alérgica. El estudio también observó una disminución significativa en ciertas intervenciones médicas tradicionales típicamente asociadas con la rinitis alérgica, incluido el uso de antihistamínicos y corticosteroides locales en el grupo de tratamiento en comparación con un placebo.
Los beneficios de los suplementos probióticos
En otro orden de cosas, los estudios clínicos han explorado el uso de probióticos en presencia de otras enfermedades alérgicas. Los datos analizados de varios ensayos clínicos que involucraron el uso de probióticos en bebés mostraron una disminución del riesgo de desarrollar eccema en comparación con un placebo.
Por ejemplo, un artículo de revisión exploró el papel de Lactobacillus en apoyo de una respuesta alérgica saludable. Se encontró que Lactobacillus acidophilus L-92 podría aportar un alivio significativo de los síntomas nasales. Otro estudio informó un 33% menos de episodios de rinitis en presencia de suplementos con Lactobacillus.
Asimismo, se demostró que otras especies de Lactobacillus modulan la presencia de citocinas Th2 interleucina (IL)-4 e IL-5. Sin ir más lejos, L. paracasei mostró en estudios de laboratorio que induce IL-12 e inhibe IL-4. Además, la IL-12 está asociada con la actividad de Th1 y la IL-4 con la de Th2 y, por lo tanto, Lactobacillus puede ayudar a equilibrar los niveles de citoquinas Th1/Th2.
Para terminar, los investigadores continúan dilucidando la asociación entre el uso de probióticos y la respuesta alérgica. La evidencia sugiere que ciertos probióticos pueden respaldar una respuesta inmunitaria saludable y aportan una gran protección. Dado que los estudios clínicos actuales sobre este tema tienen un tamaño de muestra relativamente limitado, los autores coinciden en que “se necesita más investigación antes de poder sacar conclusiones sobre el tratamiento y la prevención”.
FUENTE: ALIMENTA TU BIENESTAR