Desde la antigüedad, el veneno de las abejas era utilizado para curar diferentes dolencias, especialmente las de origen reumatológico.
Se sabe que egipcios y romanos utilizaban el veneno procesado de las abejas (la apitoxina).
Actualmente es utilizado también para nuestro sistema inmunológico.
En la antigua Medicina Tradicional China, ya se utilizaba para diferentes dolencias con especial énfasis en las lumbalgias y ciatalgias como en todo tipo de dolor reumático.
Era utilizada para los Síndromes BI (Síndromes de dolor) o para la estasis sanguínea (para mejorar la fluidez de la sangre).
Se explica que la abeja detecta el QI (energía) que circula por los puntos de acupuntura de la MTC.
En base al desequilibrio que la abeja detecta en el punto seleccionado, inyecta el veneno, mejorando el desequilibrio detectado.
15
02 2017