Dentro de las singularidades y del rigor con que se establecieron las Medicinas Naturales en Cuba destaca la aplicación rigurosa del método científico para fortalecer la Medicina Natural y Tradicional como recurso de la salud pública. El proceso de regulación en Cuba pasó por un cribado de esclarecimiento sobre los conceptos de ciencia errónea, ciencia espuria y pseudociencia, todos relevantemente peligrosos para la salud de la población. A la vez, que se señalaban, bajo el abrigo de la Medicina Natural y Tradicional, legítimos recursos terapéuticos, de los cuales no todos contaban con el aval del método científico, sin embargo, en el campo experimental parecía mejorar la salud del paciente.
Por lo que bajo la consideración de evaluar el mejor conocimiento disponible en cada momento histórico, para el diseño de acciones de salud adecuadas y haciendo un ejercicio de honradez intelectual, se inició un debate constructivo, para sentar las bases en cuanto a la regulación y legislación sanitaria.
En los primeros años de la década de 1990 se le concedió prioridad especial a la inclusión de las Medicinas Naturales, como una seria apuesta para complementar el Sistema de Salud Cubano. Proceso, que posibilitó la aprobación en 2009 de las 10 modalidades de esta medicina complementaria por el Ministerio de Salud Pública de la isla (Minsap).
Un rasgo de la práctica de esta especialidad complementaria en Cuba radica en que su empleo se realiza sobre bases científicas, como métodos y técnicas terapéuticas que se integran en los protocolos asistenciales, materializados en las instituciones de los tres niveles de prestación de servicios.
Hoy en día, esta área de la salud tiene su lugar como especialidad médica en Cuba. En el año 1970, se estableció la primera consulta de Acupuntura en el Policlínico Asclepio de La Habana. La historia de la medicina cubana ha sido enriquecida con el aporte de investigadores que se fueron destacando en este campo, entre los que se encuentran los doctores Juan B. Kourí Esmeja y Domingo Ramos Delgado, profesores de la Facultad de Medicina de la Universidad de La Habana, donde impartían conferencias sobre Medicina Tradicional.
La década del ochenta trajo consigo importantes avances. Se crea la Sección de Acupuntura de la Sociedad Cubana de Anestesiología, se inicia un programa de promoción de Clínicas del Dolor en todo el país, se celebra la primera Jornada Provincial de Acupuntura en el Hospital Psiquiátrico de La Habana y el XVIII Congreso Mundial de Medicina Natural.
De hecho, en la actualidad, se cuenta con una amplia cobertura tanto en la atención primaria de salud como en la atención hospitalaria; a la par se han creado numerosos centros para el desarrollo de la medicina tradicional y servicios de rehabilitación integral.
Respecto a la formación requerida para ejercer las Medicinas Naturales, se crea un Grado como especialista en Terapias Naturales que incluye 10 modalidades (fitoterapia, apiterapia, medicina tradicional asiática, ozonoterapia, homeoterapia, terapia floral, hidrología médica, helio talasoterapia, ejercicios terapéuticos tradicionales y orientación nutricional naturalista).
Y está dirigido a Médicos y Enfermeros (Diplomatura en Medicina Tradicional y Natural) y Técnicos (Curso básico de Medicina Natural y Tradicional junto a una capacitación en enfermería, de tres años de duración).
Bibliografía:
• Revista Cubana de Salud Pública ISSN: 0864-3466 ecimed@infomed.sld.cu Sociedad Cubana de Administración de Salud Cuba
•Artículo periodismo: Claudia Hernández Rodriguez.
•CECMED. Resolución 117-2011. Reglamento interno del Comité de Expertos de la Medicina Natural y Tradicional en Cuba.
Autor: Juan Ramón Bolea García
Miembro del Comité de Regulación del Observatorio de Acupuntura y MTC