El triptófano es un aminoácido esencial fundamental para la síntesis de proteínas y juega un papel crucial en el eje microbiota-intestino-cerebro.
Este aminoácido es el único precursor de la serotonina, un neurotransmisor vital para la regulación emocional, el hambre, el sueño, el dolor, la motilidad del colon y la actividad secretora intestinal. Sin embargo, hay dos puntos clave a tener en cuenta:
1️. Más triptófano no significa más serotonina: La cantidad de triptófano disponible no siempre se traduce directamente en un aumento de serotonina.
2️. Rutas metabólicas alternativas: El triptófano no solo se metaboliza en serotonina; también puede seguir la ruta de las quinureninas o la ruta del indol. Los metabolitos de estas rutas también afectan la actividad neuronal y están implicados en la inflamación sistémica.
La desregulación en el metabolismo del triptófano está asociada con diversos trastornos neurológicos y psiquiátricos. La microbiota intestinal juega un papel importante en la modulación de este metabolismo, influyendo en el comportamiento y la cognición a través de sus efectos sobre el triptófano.
Para una comprensión más profunda de cómo el triptófano y sus rutas metabólicas afectan la homeostasis entre el intestino y el cerebro, consulta el artículo completo aquí: “Tryptophan Metabolism and Gut-Brain Homeostasis”.